24 Sep Cómo superar una adicción en 3 fases
Os sigo contando cosas que me parecen importantes de mi experiencia como adicto recuperado o ‘en recuperación’, que es la manera técnica de decirlo teniendo en cuenta que los adictos lo somos para toda la vida.
Tener esto presente es una manera precisamente de evitar situaciones de riesgo y, en último caso, recaídas. De mirar con respeto a una enfermedad que necesita cuidado de por vida.
Todas estas particularidades de mi enfermedad las he sabido con el tiempo.
Ayuda profesional
Cuando ingresé en la clínica para tratar mi adicción no era consciente de nada de esto. Lo único que sabía es que había tocado fondo y que necesitaba ayuda profesional para detener un deterioro personal cada vez mayor. Necesitaba empezar el proceso de recuperación y cambiar mi estilo de vida.
Lo cierto es que yo era consciente de que iba por muy mal camino y de que solo no era capaz de cambiar las cosas, pero fue mi familia la que organizó todo para que yo ingresara.
Finalmente lo hice. El 28 de noviembre de 2014. Tenía entonces 41 años, una carrera, un postgrado de Periodismo y un buen puesto de trabajo. No tenía ni mujer ni hijos.
Tenía, por otro lado, la autoestima por los suelos, una depresión creciente, la salud afectada, la cabeza llena de pájaros, una inmadurez impropia de mi edad y una pesada mochila llena de desastres.
Actos condicionados por la droga
Bendito el día que atravesé la puerta de Instituto Hipócrates. Lo hice, no lo voy a negar, con miedo de lo que me iba a encontrar. Estaba en un momento en que mis pensamientos, sentimientos, emociones y mis actos estaban totalmente condicionados por la droga. En ese momento, no era capaz de ver lo que hoy sí veo con total claridad.
Para quien esté dudando de si dar el paso o de si ‘obligar’ a su pareja o familiar a darlo, no dudéis. La adicción es una enfermedad que siempre va a peor, nunca mejora. La propia Organización Mundial de la Salud señala que es una patología crónica, degenerativa y mortal.
Esto ocurre si no se hace un tratamiento eficiente como el de Hipócrates, el que a mí me ha funcionado y servido.
Conocimiento y tablas
Lo primero que percibes cuando inicias el ingreso es que las personas de Instituto Hipócrates –monitores, enfermeras, terapeutas y equipo médico- tienen una experiencia enorme en tratar a personas adictas. Hay que tener muchas tablas para conducir a quien acaba de dejar el consumo después de muchos años.
Los profesionales de Hipócrates saben lo que se hacen y uno de los aciertos es que programan el tratamiento de una manera escalonada, por fases. Estas son tres:
Desintoxicación
Es el paso previo lógico para rehabilitarse. Lo primero que hay que hacer es dejar de consumir drogas o dejar de repetir conductas como el juego. Este paso inicial se hace bajo estricto control médico.
Deshabituación
La vida del adicto gira en torno al consumo de droga. Una parte esencial de la recuperación es desterrar esa vida caótica que pivota en torno a la droga e incorporar hábitos saludables nuevos y un orden e higiene de vida.
Reinserción
El tratamiento de Hipócrates es efectivo y es eficiente porque permite la recuperación completa del paciente, que retoma los mandos de su vida y culmina un cambio personal satisfactorio que le asegura una vida plena sin drogas. La rehabilitación alcanza a todos los ámbitos del paciente: personal, familiar, social, laboral y económico
Este blog tiene fines informativos y no debe sustituir el consejo médico. Entendemos que la situación de cada persona es única y este contenido solo proporciona una comprensión general de los trastornos por uso de sustancias.